Bing Xue, ¿Quién soy para ti?

—¡Fénix de Hielo, Bing Xue! Los ojos de Shenlian Yingyue se volvieron rojos antes de que su expresión se tornara gélida. Era la primera vez que lo llamaba por su nombre completo desde que lo reconoció como su compañero.

—Yue, ¿estás enojada? —Las largas pestañas de Bing Xue temblaron ante su rostro inexpresivo. ¿La había molestado? El pánico lo invadió.

Bu Si Shu silenciosamente se dio una palmadita en el pecho antes de volar hacia un árbol cercano, logrando esconderse tras pequeñas hojas que apenas cubrían su cuerpo. Esta chica era aterradora cuando se enojaba.

—¿Quién soy yo para ti? —preguntó ella, su voz desprovista de emoción alguna.

—Eres mi ama, mi única ama, mi compañera, y mi familia —respondió Bing Xue, su corazón latiendo rápidamente. Nunca había sentido tal pánico antes, ni siquiera cuando Huang Bai Xing le pidió que muriera por ella, para protegerla a ella y a todos en el secta de la ira de Diyu. En aquel entonces, se había mantenido calmado.