La charla___3.

—¿Cómo no podías saberlo? —le preguntó él en una voz suave, profundamente tensa y dolorida.

Una que estaba llena de angustia como resultado de la traición que estaba sintiendo.

—¿Cómo? —repitió—. ¿Cómo no pudiste ver que no era yo? ¿Cómo pudiste enamorarte de él?

Su mirada se demoró en ella, mientras los recuerdos de Escarlata y Nyx saqueaban su mente una y otra vez.

—Me estás culpando —respondió ella, incredulidad cubriendo cada pulgada de su tono—. ¿Me responsabilizas por algo de lo que ni siquiera estaba al tanto? ¿Cómo podría haber sabido que no eras tú por el amor de Dios Esong él es parte de ti? Era tu rostro, tu voz, tú, eras tú a quien yo veía, así que dime ¿cómo podría haberlo sabido?

—Porque eres igual que él —gritó él, lleno de resentimiento.

Pisó fuerte, liberando una poderosa ola de energía y el cristal se rompió a lo lejos, mucho cristal, pero Escarlata ni siquiera miró hacia atrás ni a su alrededor. Tanto como él se sentía traicionado, ella también.