Litia retiró el escudo de sombra alrededor del palacio y Caos, que había estado esperando una oportunidad, se teletransportó al interior tan rápido como si un sabueso estuviera tras él.
Quedó decepcionado porque la pareja a la que esperaba ver enfrascada en una lucha de desesperación estaba muy bien y saliendo del palacio con sonrisas en sus rostros.
Se pegó al lado de Escarlata como si fuera pegamento, mirándola de cerca en el rostro y estudiando su lenguaje corporal.
—¿Sin lágrimas? —preguntó.
—Nope —respondió Escarlata.
Caos se movió al lado de Esong —Sabes que ella no te ha perdonado, ¿verdad? ¿Y qué hay de Nyx, casi se apodera de tu vida?
Esong gruñó y giró la cabeza para lanzar una mirada desafiante a la deidad —Quítate de en medio.
Escarlata también lanzó una mirada fulminante a Caos —Parecía estar en una misión para desentrañar todo lo que habían reconstruido y no apreciaba ni un poco sus acciones.