Mo Xifeng no sabía qué decir, era una cosa que Fu Qi Hong enviara esta monstruosidad, pero ¿qué intentaba hacer con ese mensaje? Incluso si Mo Xifeng intentara ayudarlo ahora, estaba segura de que no tenía sentido salvar a Fu Qi Hong ya que era simplemente imposible.
—Deberías comértelo todavía —mencionó Mo Xifeng mientras reprimía su inquietud—. Este es un regalo que te fue otorgado por un miembro de la familia imperial, si las noticias de que lo tiraste se difunden entonces me temo que la hermana sufriría. Los regalos de la Familia Imperial se deben respetar.
—Xifeng, sé que hemos tenido nuestras diferencias pero no hay necesidad de que me veas morir así —Mo Qiang giró su cabeza de tal manera que pudiera mirar a Mo Xifeng. Su expresión estaba llena de terror y de renuencia—. ¿De verdad quieres que tu hermana se coma algo tan horroroso porque te hice unas bromas pequeñas, diminutas y minúsculas?