Convertido en un cerdo

—Tsk, tsk. Mira a esta mujer, duerme tan plácidamente a pesar de que la muerte acecha sobre su cabeza —comentó la Líder Pei mientras miraba hacia abajo a Mo Qiang. Detrás de ella, Xiao Jiao sostenía una gran lámpara con sus pequeñas patitas.

—No la subestimes. Aunque estuviera en forma de una pequeña ardilla, Xiao Jiao todavía tenía mucha fuerza en su diminuto cuerpo.

—Si no, ¿cómo habría enviado a la Señora Lian volando al otro extremo de la arena de combate?

—¿Esta pirata la tomaba por una broma? Se atrevió a hacerle daño a su maestra y a la anfitriona que ella eligió. Jaja, le enseñaría una lección que esta pirata jamás olvidaría.

—¿Cómo se atreve esta cosa fea a acercarse a su anfitriona? Simplemente, ¿cansada de vivir, verdad?

—La Líder Pei no tenía idea de que la muerte no acechaba sobre la cabeza de Mo Qiang. La acechaba sobre su cabeza.