—Tiene razón, ¡líder! —Los piratas del equipo vitorearon junto con su líder.
—Líder Pei, esta nave mecha parece que pertenece a alguna rica propietaria —comentó una joven mujer—. Si hay mucho dinero, ¿podemos comprar la carne del Jabalí de Mil Agujas?
El Jabalí de Mil Agujas era un gran jabalí monstruoso, que tenía dos alas de ángel que eran demasiado pequeñas para su gran cuerpo y su pelaje era similar al del extinto y antiguo puercoespín. Solo que diez veces más peligroso.
Si un cazador era atrapado por el Jabalí de Mil Agujas, entonces incluso si el cazador pensara con los dedos de los pies, sabía que era un certificado de muerte.
Porque en el segundo en que el Jabalí de Mil Agujas olfateara peligro, su pelaje se convertiría en largas lanzas de hierro y con un soplo de su cuerpo, esas lanzas atacarían al predador convirtiendo el cuerpo del cazador o del predador en un colador de carne.