Mo Qiang sostenía al tritón con una mano mientras apoyaba su cuerpo con la otra. Se volvió hacia Shao Hui, quien la estaba abrazando, y durante un momento no supo qué decirle.
La sangre le hervía en las venas mientras trataba de reprimir sus deseos que surgían de golpe. Era una joven mujer en la flor de la vida, maldita sea y Shao Hui era un tritón que no solo era joven, sino excepcionalmente lindo y bonito.
Su cuerpo era suave al tacto y cuando frotaba su rostro contra el de ella, era como si Mo Qiang estuviera restregando tofu contra su piel.
Sin mencionar que después de pasar por el entrenamiento de ídolo, él se veía aún más encantador. Como un hechicero que había bajado del mundo inmortal para traer nada más que caos.
Shao Hui realmente la estaba torturando actuando de esa manera. ¿Tenía tanta confianza en ella?