—¿Estás bien? —preguntó Shao Hui mientras miraba a Mo Qiang sentada en la pequeña cápsula donde los doctores trataban sus heridas.
Mo Qiang suspiró y respondió:
—Estoy bien pero... Miró hacia abajo a Shao Hui quien estaba rociando un desinfectante en su ropa y piel mientras cuidadosamente le limpiaba las manos, el pecho y cada lugar que Jiang Zu había tocado. —Tú no pareces estar bien. ¿Qué demonios estás haciendo?
—Estoy rociando repelente para zorras en tu cuerpo, ¿qué más? —pensó Shao Hui con malicia pero en la superficie, sonrió a Mo Qiang y le dijo:
— No es nada. Solo me preocupa que podrías haberte contagiado con algo. —Sonrió y dijo en voz baja:
— No conoces a Qi Qi pero Jiang Zu siempre ha tenido relaciones muy cercanas con muchas mujeres. No sé si hizo algo con ellas o no pero he visto que ha obtenido más y más recursos últimamente.