Resultó que, aunque Wen Gui estaba borracho, podía y entendía que el tritón no era guapo, lo que llevó a otra ronda de llanto y sollozos.
—Está bien, ¿no quieres saber qué dijo tu hija? —intentó Mo Yan todo para calmar a Wen Gui, pero el tritón lloró y lloró hasta que ya no pudo más.
Solo cuando escuchó a Mo Yan mencionar a Mo Qiang dejó de llorar.
Wen Gui olfateó y preguntó —¿Qué dijo?
Mo Yan: (*´▽`*)❀.
—Cásate, dicen, será dichoso, dijeron. Me siento como una alfombra bajo sus pies —murmuró Mo Yan mientras ayudaba a Wen Gui a levantarse del suelo y lo acomodaba en el sofá.
—A ti te gusta que te pisen —murmuró Wen Gui y todos se volvieron para mirar hacia otro lado. Miraron cualquier cosa menos a Mo Yan, ya que era demasiado para asimilar. ¿El orgulloso ex-general le gustaba que le pisaran?
—No me gusta —dijo Mo Yan en un tono cortante y con una sonrisa en su rostro.