Mo Qiang parpadeó antes de sacudirse el aturdimiento.
—¿Qué pasa, Hermana Qiang? —preguntó Mo Xifeng cuando vio que Mo Qiang miraba detrás de ella. Obviamente no había nada ni nadie detrás de ellas, entonces ¿qué estaba mirando Mo Qiang?
—No es nada —Mo Qiang sacudió su cabeza pareciendo un poco desconcertada—. Claramente, no había nadie detrás de ella, entonces ¿por qué sentía que alguien la observaba fijamente y
¿Ella imaginó a alguien chasqueando la lengua justo ahora?
Mo Qiang quería preguntarle a Mo Xifeng si ella había oído a alguien pero al mirar a su hermana que estaba a su lado luciendo ligeramente confundida, Mo Qiang supo las respuestas a sus preguntas sin necesidad de preguntarle nada a Mo Xifeng.
Esa expresión tonta llena de confusión solo podía significar una cosa— Mo Xifeng no había oído a nadie justo ahora.
«Tal vez soy yo la que está oyendo cosas», pensó Mo Qiang mientras caminaba hacia donde los espíritus estaban consolando a Croaky.