Nadie Puede Arrancarte de Mí (2)

Poco sabían que Lennox y Adrienne los observaban desde la distancia, escondidos detrás de un árbol, mientras seguían charlando y disfrutando de su tiempo juntos. Adrienne había insistido en dar un paseo por el jardín después del almuerzo, y Lennox no quería decepcionar a su nueva esposa.

Mientras caminaban, se toparon con sus guardias haciendo un picnic y charlando entre ellos. Adrienne no pudo evitar sonreír ante la escena. Estaba contenta de que los guardias de Lennox pudieran relajarse y divertirse, aunque fuera por un corto tiempo.

Lennox, por otro lado, estaba más centrado en observar su comportamiento. Quería asegurarse de que sus guardias no se estuvieran relajando demasiado y que siguieran vigilantes incluso en sus momentos de descanso.