—Hice lo que pude. Ahora estás por tu cuenta.
Todos abrieron la boca sorprendidos, viendo a Axel correr lo más rápido que podía. Corría tan velozmente que casi podían ver el humo elevándose de debajo de sus pies.
¿Qué demonios estaba pasando?
Mientras tanto, la cara de Cielo se contrajo en desaliento. ¡Ella no era la única involucrada en este rumor! Y no había hecho nada para merecer tal atención.
—Ugh... —Cielo se pellizcó el puente de la nariz, sólo para levantar las cejas. Al mirar hacia arriba, notó que la atención de todos ya estaba fija en ella.
Estupendo.
—¿Pepsi? —Belle, que luchaba por entender la situación, miró a Cielo con completa confusión—. ¿Qué está pasando?
—Uh... Belle, lo que pasa es... —Cielo dudó mientras consideraba sus próximas palabras—. ¿Te mencioné que a mi esposo le molestaban los rumores que involucran a mi hermano y a mí?
Belle bajó la cabeza ligeramente mientras fruncía el ceño.