Piloto de motocicleta

Mientras tanto, tan pronto como Ivy llegó a su habitación, cerró la puerta de un golpe. Se recostó en ella, bloqueándola por detrás. Se mordió el labio inferior, recordando los comentarios virulentos que Dane había soltado con tanta despreocupación, que le conmovieron el corazón.

—¿Acaso cree que no conozco la respuesta? —murmuró mientras una fina capa de lágrimas cubría sus ojos—. Ese chico… amaba a su hermana hasta la muerte.

Una cosa sobre la que Tiger siempre fue honesto y directo era su amor por su hermana. Para alguien como él, uno esperaría que fuera demasiado orgulloso para expresar su cuidado por alguien. Pero Tiger era diferente. Su hermana era su mundo.

Dijo esas palabras sin importarle cómo se vería ante los que estaban escuchando.