Noche de suerte

—Ugh... —gruñó Katherine. El dolor en partes de su cuerpo se sentía paralizante. «No. No puedo morir ahora».

Intentó arrastrarse para escapar en un intento inútil. Sin embargo, sabía en el fondo de su corazón que este podría ser su fin. Aun así, lo intentó. No importaba cuán desequilibrada y cruel fuera, era como cualquier otro ante la muerte.

Matarían e incluso torturarían a otros, pero tenían demasiado miedo para enfrentarse a su propia muerte.

—Tengo que... —dejó la frase en el aire cuando sintió la presencia de alguien cerca. Rodando sobre su espalda, abrió la boca, con los ojos bien abiertos. Katherine contuvo la respiración, mirando fijamente a aquel par de ojos que la sobrevolaban.

Por un momento no pudo reaccionar y su mente simplemente quedó en blanco. Todo lo que podía hacer era mirar a la persona que la miraba desde arriba. La expresión en el rostro de Dominic no era suficiente para distraerla. Solo podía mirar sus ojos, carentes de cualquier emoción humana.