Activando su límite, Shiro agitó su mano mientras una red de tajos de espada aparecía repentinamente alrededor de la reina y sus dos guardias.
Sorprendidos por la velocidad de sus cortes, los dos guardias rápidamente rodearon a la reina y bloquearon las hojas con sus cuerpos.
—Che, sólidos bastardos —Shiro frunció el ceño.
A pesar de que su espada ignoraba el 80% de toda armadura, aún resistían sus tajos como si nada.
Sin embargo, eso era solo el corte promedio, así que no preocupaba demasiado a Shiro.
Mirándola, Limra tenía el rostro pálido ya que no podía evitar sentir un miedo innato hacia ella.
«Parece que su resistencia al miedo es bastante baja. Sin embargo, los guardias tienen bastante alta resistencia», pensó Shiro mientras los dos intentaban atacarla.
Pero antes de que las hojas la alcanzaran, Nan Tian apareció frente a los dos y agarró sus hojas con la mano.