Franzó el ceño. Shiro quería mandar pequeños exploradores pero, dado que las paredes podían absorber maná, hacerlo era prácticamente imposible, así que la mejor opción seguía siendo explorar manualmente.
—¿Por cuál camino deberíamos ir? —preguntó Shiro mientras se sentaban en la habitación por ahora. Después de haber derrotado al jefe, parecía que las baldosas habían dejado de funcionar ya que no intentaban matarlos si se quedaban en el mismo lugar por más de 1 segundo.
—Hmm... Podemos intentar seguir recto —dijo Nan Tian encogiéndose de hombros, ya que no había mucho que pudieran hacer más que probar cada camino hasta llegar al final.
—Mn parece razonable. Después podemos intentar ir a la izquierda y luego a la derecha —dijo Stanley mientras Shiro asentía con la cabeza.
Después de descansar un momento para regenerar todo su maná, los tres se levantaron y empujaron las puertas que estaban justo delante de ellos.