Mientras terminaba su ancla, no se sorprendió al ver que no podía guardarla ya que se negaba a entrar en su inventario. Incluso si despejara todo lo que tenía para hacerle espacio, había algo que lo bloqueaba.
Después de todo, sería bastante injusto llevar el ancla en un espacio inalcanzable.
Sin embargo, ya tenía suerte de poder mover el ancla por su ciudad flotante, así que no podía quejarse mucho.
Haciendo una plataforma para el ancla para poder moverla por ahora, Shiro se tronó el cuello y bostezó.
—Uff... No he trabajado 24 horas seguidas desde hace bastante tiempo. Necesito una ducha —murmuró Shiro con el ceño fruncido.
Moviendo su mano, creó una pequeña casa al lado con sus nanobots por ahora y se duchó. Haciendo un poco de comida con lo que quedaba en su inventario, Shiro terminó con un vaso de jugo.
Sentada en su casa hecha de nanobots, Shiro decidió dormir un poco.