Teletransportándolos de regreso a la capital espiritual, Shiro vio a Isilia esperando al lado con una sonrisa.
—Supongo que todo está listo ahora —rió entre dientes Isilia mientras Shiro asentía con la cabeza.
—Mn, las pruebas finales parecen no haber tenido problemas, así que el plan es que yo use el pergamino de teletransporte para llegar a Horizontes Astrales mientras dejo un orbe aquí. Una vez que llegue al otro lado, colocaré el orbe para que el portal quede conectado. Con suerte, nada debería salir mal —sonrió Shiro.
—No lo gafes ahora. No voy a decir nada ya que hay una posibilidad de que pueda suceder —sonrió Isilia.
—Nunca supe que eras del tipo supersticioso —Shiro alzó una ceja.
—Bueno, después de todo lo que he pasado y las coincidencias que ocurrieron, digamos que no es imposible y que podría ser muy probable —rió entre dientes Isilia mientras Shiro encogió los hombros ya que estaba de acuerdo con ella.