Ataque del Monstruo Marino

Meciendo sus piernas adelante y hacia atrás, Shiro comenzaba a aburrirse ya que todo lo que hacía era mantenerse alerta por si algo sucediera.

—Suspiro… —suspirando suavemente, Shiro invocó un dron sobre ella y comenzó a jugar con él.

—¿Aburrida? —preguntó Nimue apareciendo a su lado.

Como Nimue estaba a su lado, Shiro rápidamente camufló su señal de maná.

—Un poco. Están haciéndolo bastante bien ahora, así que no hay mucho que deba hacer —Shiro se encogió de hombros, lo cual era la verdad. El grupo había recorrido un largo camino y después de alejarse de ella por un tiempo, se habían acostumbrado a hacer las cosas por sí mismos.

Estaban haciendo bastante bien en no despertar sospechas, ya que actuaban como si fueran demonios curiosos que acababan de llegar del centro.