Protección de la Diosa

Dirigiéndose al hangar de mechas, pudo ver que aproximadamente 20 pilotos habían llegado, incluyendo a Shiina, Oran y Akhess, cuyo rostro aún estaba un poco pálido.

Al ver la llegada de Shiro, todos saludaron mientras Shiro asentía con la cabeza.

—Shiina, Oran, Akhess, ¿aún se ven un poco pálidos? ¿Están seguros de que pueden llevar a cabo esta operación? Tengan en cuenta que un solo error podría costar vidas y deben operar el mecha con cuidado. Lucharemos en un entorno urbano con terreno inestable, si no se sienten bien, podría afectar su rendimiento —advirtió Shiro con un tono estricto.

Al ver esto, los tres se sobresaltaron un momento, ya que podían decir que Shiro no aceptaría un desempeño mediocre. Con tantas personas en peligro, sus acciones podrían entorpecer las cosas si no tienen cuidado.

Pensándolo bien, Shiina miró a Shiro con determinación.

—Su alteza, confío en mis habilidades. No entorpeceré la operación en absoluto.