Arak

—¿Es suficiente? —pregunté con voz temblorosa.

Mostrando al líder todas las raciones que había recolectado, esperaba que dijera que sí ya que no quería permanecer en este lugar maldito más tiempo del necesario.

Mirando las cosas que había colocado, él suspiró y asintió con la cabeza.

—No es suficiente, pero está bien. Toma algo de las mías para alcanzar la cantidad requerida y regresa. —Sonrió y me entregó algunas de sus raciones.

Cada vez que terminamos una recolección de suministros, debíamos hacer revisar nuestra cosecha para ver si cumplía con los requisitos mínimos, ya que a los que no trabajan no se les permite comer. Pero aquellos que no comen no podrán rendir al máximo, así que obtener raciones se vuelve más difícil. Si nos descubren guardando nuestras raciones, seremos asesinados de la manera más dolorosa.

No sabemos quién nos delatará, así que comer en la base era muy peligroso.