—¿De qué estás hablando? Deja de bromear, ¿quieres? —Feng Yue miró fijamente a Xia Zi Qie.
Xia Zi Qie la ignoró. Él miró directamente al Abuelo Feng. Se tragó la saliva esperando la respuesta del Abuelo Feng.
El Abuelo Feng sonrió lentamente. —Entremos primero. —El Abuelo Feng invitó a Xia Zi Qie a entrar.
—¿Abuelo? —Feng Yue miró al Abuelo Feng.
El Abuelo Feng ignoró a Feng Yue. Entrando a la casa con Xia Zi Qie. Al ver esta escena, Feng Yue apretó los dientes. La criada les sirvió la bebida.
Feng Yue hizo un mohín al mirar a su abuelo y a Xia Zi Qie.
—Entonces, ¿la conoces desde hace un año? —preguntó el Abuelo Feng.
—Sí. —Asintió Xia Zi Qie.
—Entonces, ¿qué pensaste de ella la primera vez que la conociste? —El Abuelo Feng preguntó de nuevo.
Aunque Xia Zi Qie estaba nervioso ante el Abuelo Feng, respondió con firmeza. —Ella es muy tranquila, inteligente y hace bien su trabajo.
—Y ahora, ¿qué opinas? —el Abuelo Feng puso a prueba a Xia Zi Qie.