—Hmm... Invitémoslo a nuestra casa. Podemos almorzar juntos —dijo Ming Yue.
—Sí. Esa es una gran idea —al Abuelo Tang también le gustó la idea.
—¿Qué van a hacer ustedes? ¿No van a trabajar? Van a llegar tarde —Ming Yue dijo mientras miraba a su esposo y a sus hijos.
—Hoy tengo el día libre —Tang Han Lee dijo mientras tomaba su té.
—¿Qué? Tienes un día libre. Yo también quiero eso —Tang Jin Wei miró a su hermano con cara de envidia.
—¿Entonces tú también puedes tomarte el día libre? —sugirió Ming Yue.
—No, no puedo. Hoy tengo un paciente esperándome —dijo Tang Jin Wei.
—Sí. Ve a ver a tu paciente —dijo el Abuelo Tang.
Tang Jin Wei tragó saliva. El emperador había dado la orden. Tenía que obedecerle. De lo contrario, no dos horas... una hora de la conferencia era suficiente para hacerle sufrir.
.....
El Abuelo Mu y el Abuelo Sang llegaron a la Residencia Principal Tang. El Abuelo Sang le dijo al Abuelo Mu que llamara a Yu Qi para informarle.