—¿Aquí? —Yu Qi miró el letrero del club nocturno donde habían decidido disfrutar.
—Este club es mejor que otros clubes —dijo So Pang Lim.
—Oh, a alguien realmente le gusta ir al club nocturno —Mei Lilli miró a So Pang Lim.
—Bueno... Es genial... Puedes conocer a otras personas... Bailar... Y beber... —cuanto más explicaba So Pang Lim, más bajo era su voz.
La escena parecía una madre que sorprendió a su hija haciendo algo malo.
Todos se rieron al ver a So Pang Lim y a Mei Lilli. Luego caminaron hacia la entrada.
Los guardias que controlaban la entrada miraban a la gente. Cuando sus ojos se posaron en la cara de Yu Qi, su comportamiento cambió.
—Bienvenida, Señorita Tang —los guardias se inclinaron respetuosamente ante Yu Qi.
Yu Qi se sorprendió y quedó atónita con este trato.
—Yu Qi, ¿qué está pasando aquí? —preguntó So Pang Lim.
—Bueno, yo tampoco... —Yu Qi se quedó en silencio. Parecía recordar algo. —¡Oh!
—¿Qué? —preguntó So Pang Lim.