—Hola, ese es un futuro que nunca sucederá... no lo pienses demasiado —continuó consolando Qiao Jun—. Los miembros de tu familia aún están vivos y todavía tienes la oportunidad de arreglar todo.
Los sollozos de Yu Holea se apagaron lentamente. El dolor de su corazón lentamente desapareció, reemplazado por esperanza.
La esperanza de poder enmendar lo que había hecho mal.
La Familia Yu en la primera vida, pagó por todo lo que le hicieron pasar. Se aseguraron de expiar su pecado.
En esta vida, la familia Yu recobró el sentido y se disculpó por sus errores en los últimos años...
La culpa invadió el corazón de Yu Holea.
Entendiendo sus emociones, Qiao Jun la abrazó y dijo suavemente,