Hubo un silencio incómodo en el claro que Evanthe disipó con una risa temblorosa.
—Ah, olvidé darte esto —Un pequeño frasco apareció en su palma y se lo dio a Seren—. Esta poción debería ayudarte a estabilizar tus emociones del efecto del fuego infernal.
Seren lo aceptó y lo bebió.
—Gracias.
Entonces Seren miró a Evanthe con una mirada vacilante.
—Deseaba hablar contigo sobre algo, Señora Evanthe, ¿solo las dos?
Desde su mirada, Evanthe entendió algo y lanzó un hechizo.
—Nadie puede oírnos.
—Ehm, Señora Sierra...
—Está bien. Lo que me digas, se lo diré a Sierra después también, así tenerla con nosotros me alivia de problemas.
Seren miró a Drayce, que estaba charlando con Yorian.