La siguiente mañana, Seren y Drayce tomaron un desayuno y estaban listos para bajar las escaleras.
—Su Majestad, el Príncipe Arlan está aquí —informó Azer.
Drayce asintió y el caballero se fue. Seren miró a Drayce.
—Dray, puedo sentir la fuerte presencia de la oscuridad, es como si la persona estuviera cerca.
—Lo sabremos en cuanto bajemos —aseguró Drayce.
La puerta de la sala de estar se abrió y el Rey y la Reina de Megaris miraron a cierta persona que estaba de pie detrás de la silla en la que Arlan estaba sentado. Esa persona también miró a Drayce y Seren y pareció sorprendida.
La persona parada detrás de la silla de Arlan vestía ropas de sirviente masculino aunque era mujer. Drayce la reconoció y pareció que ella también lo había reconocido a él, las expresiones de asombro en su rostro eran la prueba de ello.