Cubriéndose bien el rostro, se alejó de Cian, manteniendo una distancia entre ellos. Sus ojos mostraban cautela hacia él, ya que ahora él había visto su rostro.
—Espero que no nos crucemos de nuevo —dijo ella con un tono cortante, y se volvió para irse sin esperar la respuesta de Cian.
Ella hizo señas a su gente para que continuaran su trabajo y lo terminaran, mientras ella partía con algunos de sus compañeros siguiéndola de cerca. Ni siquiera ofreció una palabra de gratitud por haberle salvado la vida una vez más.
Cian pudo percibir un cambio drástico en su comportamiento y su claro desagrado por haberle revelado su rostro. Parecía como si intentara distanciarse tanto como fuera posible.
Debe ser alguien cuya identidad no podría ser revelada bajo ningún costo.
Cian hizo señas a su propia gente y también partió, todavía lidiando con el misterio de la identidad de la mujer.
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