Mira no registró las palabras del Guardián mientras sentía cómo la energía llenaba su cuerpo. Esta energía llenó su Núcleo, meridianos, huesos, músculos, órganos, piel y cada otra parte. Esta energía rejuveneció su cuerpo, sanándola y aumentando su fuerza y potencial.
Parte de esa energía incluso fue hacia el capullo de Elenei en su Mar del Alma, llenándolo de fuerza y acortando la duración de su Nirvana.
—*¡Crac! *¡Crac!*
Sus huesos crujieron mientras se desplazaban ligeramente, aumentando la eficiencia con la que podía usarlos, optimizando su cuerpo para combates de nivel superior. Sus meridianos se ensancharon ligeramente y se endurecieron. Sus músculos y piel se tensaron, sin dejar ni una onza de grasa en su cuerpo, pero su piel era lo suficientemente gruesa como para que no pareciera excesivamente musculosa.
La velocidad a la que las neuronas atravesaban su cerebro aumentó, permitiéndole procesar información y reaccionar rápidamente.