Los ojos de Mira se abrieron de golpe mientras inhalaba profundamente llenando sus pulmones de aire. Mirando a su alrededor, notó a Rhydian tumbado a su lado, vigilando, y soltó un suspiro de alivio.
—Haaa… Odio esas escaleras. —pensó Mira antes de cerrar los ojos y barrer su conciencia a través de su cuerpo y alma, asegurándose de que no había problemas.
Después de una búsqueda rápida, descubrió que su cuerpo estaba perfectamente bien y que ya no había más agujeros en su alma. Ese monstruo de tentáculos también había desaparecido, lo que la hizo sonreír.
—¡Espero no encontrarme nunca más con una monstruosidad así! —pensó Mira.
*¡Plof!*