—¿Oh? Parece que alcanzamos a tus amigos —comentó Aelina ligeramente, sintiendo algunas auras familiares. Sin embargo, levantó las cejas cuando notó que estaban peleando con algo—. Parece que se han metido en un pequeño problema también~ —se rió entre dientes.
Mira se puso curiosa y también extendió su Sentido del Alma, encontrando rápidamente su posición. También no pudo evitar levantar una ceja por lo que estaban peleando.
—...Parece que no fui la única que se hizo más fuerte, ¿eh?
—¡Pero por supuesto! Aunque les ayudaste a aumentar su poder antes de entrar en este Reino, ¡siguen siendo los Discípulos Primarios de mi Secta! Si no hubieran ganado nada, ¡yo misma los hubiera golpeado hasta la muerte!
—Supongo que están bien...
—No hace falta ser tímida~ —Aelina sonrió, pero como Mira le estaba dando una mirada fría, no siguió con ese asunto. En cambio, preguntó:
— ¿Hm? ¿Quieres ayudarles? Podrían tener dificultades a pesar de su fuerza actual.