Mira y sus compañeras se detuvieron en seco, girándose para enfrentar la fuente de la voz atronadora.
Desde la dirección de la ciudad, emergieron dos figuras. Una era Marcos Lionel. Junto a él estaba una figura mayor, más majestuosa: Augustus, el Ancestro de la Familia Lionel. Su presencia era imponente, sus ojos afilados y calculadores, y su mera existencia hacía temblar el suelo.
La mirada de Mira se endureció mientras evaluaba al Ancestro, un oponente formidable que irradiaba un poder que superaba al de Marcos. Era un hombre alto y robusto con una melena dorada que brillaba como el sol, encarnando la majestuosa esencia del león. Su cultivo relucía, mostrando su fuerza en el Sexto Escenario del Reino de Desprendimiento Mortal, un poco menor que los rumores.