Esas tres palabras...

Lu Qiang cogió su teléfono celular y fue a la galería. Marcó un número. Cuando la persona al otro lado de la línea recibió la llamada, Lu Qiang habló:

—Nos vemos mañana.

La persona del otro lado de la línea preguntó:

—¿Así que ahora sabes todo?

Lu Qiang respondió:

—No todo.

La persona al otro lado preguntó de nuevo:

—Espero que no estés planeando matar a nadie.

Lu Qiang respondió fríamente:

—Matar es una opción fácil y no me gusta elegir el camino fácil. Nos vemos mañana.

Hombre al otro lado:

—Bueno, antes de que puedas decidir algo por tu cuenta, también quiero decirte algo muy importante, así que nos vemos mañana.

Lu Qiang dijo —De acuerdo— y colgó el teléfono. Volvió a la cama y durmió junto a Jiang Yuyan. Casi amanecía. Lu Qiang miró el rostro tranquilo de Jiang Yuyan. Todavía no podía creer que algo terrible pudiera pasarle. Su corazón dolía después de conocer su pasado.