No hay razón para dudar de mí...

—Esa cuenta que la mujer tenía está en la identificación falsa donde guarda el dinero que ganó de los términos ilegales ya que proveer a la mujer es solo su fachada. A través de esto, está en contacto con todas las personas de alto perfil y no es lo que parece. Es intrépida sin ninguna debilidad —dijo San Zemin.

Escuchando lo que San Zemin dijo, Jiang Yuyan comentó:

—¿Debilidad? Bueno, todos tienen una.

—No tiene a nadie en su vida aparte de solo una hija de doce años —dijo San Zemin.

—Parece que necesitamos conseguir a la oveja pequeña para cortar a la mayor —comentó Jiang Yuyan mientras volvía a colocar el archivo que tenía en la mano y cogía el tercero.

—¡Sin foto, sin información! —exclamó Jiang Yuyan al ver el tercer archivo que estaba a medio hacer.

—Se trata de la persona que colocó ese dispositivo en el coche del jefe para hackearlo. Todavía tenemos que obtener información al respecto —respondió San Zemin.