—Te advierto, tía Su Hui, por última vez. Déjalo o haré algo en serio —advirtió Lu Lijun mientras estaba listo para hacer lo que decía.
—Lu Lijun, por favor detente. Te lo suplico. Déjala decir lo que quiera —suplicó Jiang Yuyan ya que solo había una manera de detenerlo.
Lu Lijun miró a Jiang Yuyan que no podía contener sus lágrimas.
Secándole las lágrimas, Lu Lijun dijo:
—Déjame crecer y me aseguraré de que nadie se atreva a hacerte llorar.
Se veía tranquilo a pesar de su enojo. Las lágrimas de Jiang Yuyan lo calmaron y solo podía verla a ella.
Jiang Yuyan asintió y no tomó en serio sus palabras ya que solo era porque él se preocupaba por ella, pero poco sabía ella que él lo decía en serio. Jiang Yuyan solo quería llevarse a Lu Lijun de allí y no pensó en lo que Lu Lijun había dicho.
—Vámonos, por favor —pidió Jiang Yuyan.
Lu Lijun no pudo negarle su solicitud y asintió mientras Ning Jiahui se sentía aliviada al ver a Lu Lijun calmado.