Tengo que ir por otro lado...

De camino al hospital, Jiang Yuyan estaba preocupada por si algo le había pasado a Lu Lijun. Todo el tiempo intentaba comprobar si estaba herido en algún lugar, ya que pensaba que estaba intentando hacerse el fuerte como de costumbre. Sus ojos todavía estaban húmedos.

—Estoy bien, Yuyan —dijo Lu Lijun molesto al verla tan preocupada.

—¿Estás intentando hacer como que eres fuerte otra vez? —preguntó Jiang Yuyan mientras sostenía sus manos, las cuales tenían rasguños y su codo estaba un poco más lastimado.

—Soy fuerte, así que no necesito fingirlo. ¿Puedes tranquilizarte ahora? Realmente estoy bien —dijo Lu Lijun de manera molesta, aunque le gustaba cuánto se preocupaba por él.

Asintiendo, Jiang Yuyan soltó su mano y marcó un número en su teléfono celular.

—Tráemelo —instruyó incluso antes de que el hombre al otro lado de la línea pudiera decir algo y cortó la llamada.

Cuando llegaron al hospital, Jiang Yuyan llevó a Lu Lijun primero a la sala de emergencias.