Al día siguiente, Xiao Min se despertó alrededor de las diez de la mañana. En el momento en que abrió sus ojos nublados, miró a su alrededor y se dio cuenta de que algo andaba mal.
—Este lugar... esto definitivamente no es mi habitación —pensó Xiao Min mientras miraba alrededor de la habitación, con un tono oscuro de gris y el contraste con el color blanco, donde cada cosa estaba perfectamente arreglada, ordenada y limpia que era imposible encontrar una sola cosa fuera de lugar o una partícula de polvo.
—¿Qué demonios hago aquí? —exclamó Xiao Min en su mente al darse cuenta de que esta habitación pertenecía a su senior, al que no le gustaba ningún otro color que no fuera el negro y blanco.
—Ese hombre con TOC seguramente me matará —pensó, asustado.
Xiao Min saltó de la cama, pero al momento siguiente se sentó de nuevo ya que le dolía mucho la cabeza y maldijo:
—Maldita resaca.