Día feliz...

Lu Lijun fue a la oficina de Jiang Yuyan, donde la vio trabajar, sentada en su silla, y Yun Fan le estaba actualizando las cosas.

Lu Lijun se sentó en el sofá y cogió un archivo del montón en la mesa central.

Miró a Jiang Yuyan, que estaba ocupada y asintiendo con todo lo que Yun Fan decía.

Todo el día, Lu Lijun y Yuyan trabajaron juntos asistiendo a las reuniones y colaborando con otros empleados, pero no hubo un solo momento en que ella lo mirara a menos que hablasen del trabajo del proyecto.

Su mirada era como si él no fuera nada más para ella que solo un asistente. El día pasó trabajando mientras Lu Lijun aprendía cosas nuevas de ella, y no podía negar que era una mujer inteligente que manejaba todo este imperio sola.

Era viernes, el último día de la semana, y como de costumbre, Jiang Yuyan debía ir a su casa, pero el anciano Lu le pidió que estuviera en casa este fin de semana, así que fue a la Mansión Lu.