Lu Lijun llegó a la habitación de Jiang Yuyan y miró hacia adentro a través del vidrio cuadrado fijado en la puerta para verificar si Jiang Yuyan estaba despierta.
Al verla dormir, Lu Lijun abrió la puerta y entró, donde una enfermera estaba sentada en una silla, que estaba allí para monitorear a Jiang Yuyan.
La enfermera recordó a Lu Lijun ya que fue él quien continuó sentado en silencio al lado de la paciente durante una hora, y nadie lo detuvo.
La enfermera se levantó al ver a Lu Lijun y le informó:
—La paciente está durmiendo.
—Mmm. ¿Cuándo despertará? —preguntó Lu Lijun, con la mirada fija en Jiang Yuyan.
—Probablemente en la mañana —informó la enfermera.
—Me quedaré aquí —declaró Lu Lijun, y eso fue suficiente para que la enfermera entendiera que era hora de irse.