El cumpleaños...

Lu Lijun llegó a la oficina media hora antes, donde los guardias de seguridad se sorprendieron al verlo. Fue directamente a su oficina y se sentó en su silla mientras se recostaba en ella con los ojos cerrados.

Estaba enojado, ansioso, frustrado, pero no sabía por qué. Intentó calmarse, pero todos los esfuerzos fueron en vano.

Justo entonces, su teléfono celular sonó. El nombre de Jake apareció en la pantalla, y Lu Lijun contestó la llamada sin un segundo de demora como si fuera su salida de todo.

—Hola.

—¿Estás enfermo? —preguntó Jake, al ver lo apagado que sonaba Lijun.

—Estoy bien, pero parece que tú no. ¿Otra vez no puedes dormir? —preguntó Lu Lijun, sabiendo que era tarde en Londres.

—Estoy seguro de que tú estás igual —contrarrestó Jake.

—Estoy en la oficina —dijo Lu Lijun.

—Eso explica las cosas —dijo Jake y preguntó—. ¿Qué pasó?

—Nada.

—Como esperaba, la misma respuesta —frunció el ceño Jake.

Justo entonces, hubo una llamada a la puerta, y Noah entró en la oficina.