Una trampa, no una bendición

—¿Te sientes feliz usando a las personas? —preguntó Carlos después de que Alix le informara sobre su próxima tarea. Parecía estar descontento de que ella lo hubiera reducido a un recadero.

Alix sonrió y tocó su mandíbula. —Eres el único en quien confío para ayudarme. Volveremos pronto pero antes de eso, quiero preparar el terreno y si es posible, asentar bien las bases también.

—Investigar a esa mujer podría desencadenar a la Familia Fu, ¿estás seguro de esto? —Carlos preguntó frunciendo el ceño.

Por la forma en que la Familia Fu quería a Jia Li, él pensaba que de la misma manera protegían su privacidad.

Alix apartó sus dedos de su mandíbula y volvió a sentarse en el sofá antes de decirle, —Eres un abogado, deberías saber cómo hacer las cosas de manera silenciosa y fluida.

Con ella cuestionando indirectamente su profesión, él no sabía qué decirle.

—Tienes una gran recompensa esperándote si logras descubrir algo interesante —Alix añadió con una sonrisa profunda.