De repente, Fu Hua se volteó y la colocó debajo de él. Jia Li no se lo esperaba y soltó un grito. Y un gemido siguió cuando sintió su miembro rozando su entrada.
—¿Por qué aceptaste? —preguntó Fu Hua con una voz profunda y baja.
Jia Li estaba pensando en cómo podría responder a esa pregunta en ese tipo de situación. Ni siquiera podía concentrarse, y no era su culpa ya que la estaban provocando allí abajo.
Al ver que estaba distraída, Fu Hua frotó su miembro contra su entrada y le preguntó con su mirada profunda sobre ella, —¿Cuál es tu razón?
Jia Li soltó un largo gemido y respondió entre gemidos, —Porque eres mi esposo.
—Ya veo... —dijo Fu Hua con la mirada entrecerrada. Podía sentir lo húmeda que estaba allí abajo, y hasta él estaba a punto de volverse loco de provocarla así.
Al momento siguiente, se deslizó dentro de ella y comenzó a moverse lentamente, provocando gemidos y suspiros de placer que escapaban de sus labios.