Fu Geming regresó a la Mansión Fu con los papeles de divorcio que Aiguo había firmado y se los entregó a Fu Lei.
—Tienes que llevárselos a ella, necesitamos su firma antes de poder proceder con la anulación.
Fu Lei los miró detenidamente antes de decir:
—¿Padre aún le dejó la casa después de todo lo que ha hecho?
Acababa de ver que la casa todavía estaba en el acuerdo, tal como Fu Juan había solicitado antes del incidente actual. Pensaba que habría sido retirada dadas las numerosas atrocidades que había cometido.
—Si no deja la casa, ¿adónde más se supone que llevemos sus pertenencias? —preguntó Fu Geming.
Las cosas de Fu Juan y Lanying todavía estaban en la casa Fu y por orden del Abuelo Fu, debían ser llevadas de vuelta a su casa.
Fu Lei entendió el mensaje y salió con los papeles de divorcio, iba a dárselos a Fu Juan para que los firmara de inmediato, para que pudiera continuar el proceso.