No hubo más llamadas ni mensajes de Xiulan después de que Fu Ling le envió aquel mensaje, lo que más tarde le preocupó. Tenía que intentar llamarla después del trabajo, solo para encontrarse con la opción de dejar un mensaje de voz.
—¿Está enojada conmigo? —Eso fue lo único que vino a la mente de Fu Ling, y en tal caso, no se preocupó demasiado.
Pero al día siguiente, cuando aún no podía comunicarse con ella, después de que Jia Li le llamó para decirle que no podía contactarla por teléfono, se preocupó.
Después del trabajo ese día, condujo hasta su apartamento para buscarla. Tuvo que intentar hacer sonar su timbre varias veces, pero aún así no hubo respuesta.
—¿Está ignorándome a propósito? —dijo Fu Ling en voz alta con las manos en la cintura.
Unos segundos más tarde, introdujo la contraseña de su casa, tal como él recordaba que ella normalmente ingresaba el número cada vez que volvían juntos a su lugar.