Ainsley elogiaba a Aarón hasta la luna con su dulce vocecita lechosa.
Cuando hablaba, parpadeaba con sus ojos y la mirada brillante e inocente que tenía era realmente adorable hasta los huesos.
Aarón contuvo la respiración y sintió que perdería el control y pellizcaría las lindas mejillas del bebé.
Afortunadamente, se abofeteó sus garras pecaminosas y tosió para distraer sus pensamientos.
—G-gracias por venir a mi país... de todos modos, escuché que quieres construir una rama del gremio aquí, ¿verdad? —Este es el asunto principal que tenían que discutir hoy.
Ainsley también dejó a un lado su cara linda e inmediatamente trató de parecer una adulta seria.
Esa cara y comportamiento cuando un niño pequeño trata de parecer un adulto sigue siendo extra lindo, sin embargo...
Ainsley asintió ante la pregunta de Aarón y no se apartó del joven. No se molestó en ocultar su plan para nada.
—Sí. Quiero construir una rama del gremio aquí y aceptar un lote de nuevos miembros del gremio.