Las lágrimas se detuvieron después de un tiempo. Sin embargo, Iris seguía sintiéndose decaída y buscaba consuelo en Jin Liwei. Él no le preguntaba qué le pasaba ni intentaba calmarla con palabras, sino que seguía abrazándola en silencio.
Iris apoyó un lado de su rostro en el pecho de Jin Liwei y escuchó su fuerte y rítmico latido del corazón. Fue capaz de calmarla y hacerla pensar sobre lo que estaba sintiendo en ese momento.
Lo que sentía era que... ¡era una hipócrita!