Un gemido dolorido escapó de la garganta de Iris. Su visión era borrosa debido a las lágrimas, pero no podía apartar la mirada de Jin Liwei, quien aún mantenía un firme agarre en su barbilla.
—¿Es verdad lo que dijo Lu Zihao, esposa? ¿Que los dos comparten un gran secreto? —El tono de Jin Liwei era suave y gentil, una total contradicción con la gravedad de sus palabras.
Se concentró en observar cada reacción de ella y no le gustaba lo que veía. Era evidente que sus preguntas la estaban afectando extremadamente. No esperaba esto.
Todo lo que quería era sondearla un poco sobre lo que Lu Zihao había soltado durante su tensa confrontación anterior, lo cual él pensaba que era una total mentira. Pero viendo su extrema reacción ahora, había plantado una semilla de sospecha más profunda dentro de su corazón. Ya había pensado que algo estaba mal hace un tiempo, pero no era suficiente para preocuparle. Ahora, sin embargo, quería algunas respuestas.