Oso de Peluche

Las manos de Chen Fei buscaron los pantalones de Long Jinjing. Long Jinjing tuvo que detener a su mejor amiga antes de que la despojara de su ropa.

—¿Tienes chupetones allí abajo también? —preguntó Chen Fei mientras meneaba las cejas.

Long Jinjing hizo una mueca, pero aun así asintió. Podía guardar ciertos secretos de su mejor amiga, pero no podía mentir cuando le preguntaban tan directamente. No sabía si podría sentirse más avergonzada de lo que ya estaba.

—¡Dios mío! En una escala del 1 al 10, ¿qué tan bueno es en la cama el delicioso Lu Zihao? —preguntó Chen Fei a continuación.

—¡Deja de hacerme ese tipo de preguntas, Xiao Fei! —Long Jinjing le dio una palmada en el brazo—. ¡Qué vergüenza!

—Solo dime.