Lu Zihao vio la expresión complicada en el rostro de Jin Liwei y se sintió molesto e impaciente, pero se contuvo de estallar contra el hombre porque los restos podrían causarle problemas de nuevo. Ya había tenido suficiente de esas tediosas conversaciones con su hermana y su hombre. Ya los había tolerado más de lo que se sentía cómodo esta noche.
Lo que más quería hacer ahora era regresar a su habitación y follar a Long Jinjing antes de ir a dormir. Follar con ella siempre le hacía sentir mejor.