Iris suspiró, concordando interiormente con la emotiva opinión de Dom. Su mano subconscientemente se frotó el estómago. Para el próximo año, estaría dando a luz a los bebés gemelos de ella y Jin Liwei. Sin duda, el tiempo pasaba volando.
No había realmente mucho que ensayar para la boda, así que terminaron todo antes de la hora de comer. Iris y Jin Liwei tampoco requerían que todo fuera absolutamente perfecto. Lo que ambos querían era que todos estuvieran felices en el día de su boda. Esto era lo más importante para ambos.
Además, con un niño pequeño como el Pequeño Jun y también los gatos participando en la boda, que podrían o no estar de ánimo para realizar sus muy simples tareas asignadas, esperar una perfección absoluta estaba fuera de discusión. De ninguna manera Iris y Jin Liwei forzarían a los niños a hacer algo que no quisieran hacer. No obstante, la pareja aún esperaba que el Pequeño Jun y los gatos al menos estuvieran de buen humor en el día real de la boda.